Todos pensamos; está nuestra naturaleza hacerlo. Pero gran parte de nuestro pensamiento, si no lo controlamos, es parcial, distorsionado, sesgado, desinformado o con prejuicios. Además, la calidad de nuestras vidas y de lo que producimos, hacemos o construimos depende precisamente de la calidad de nuestro pensamiento. Pensar mal es costoso, tanto en dinero como en calidad de vida.
El pensamiento crítico es la capacidad de analizar información para establecer su veracidad o verdad. Hoy en día, hay más información disponible de la que podríamos necesitar. El problema es que no toda esa información es precisa y puede ser muy fácil dejarse convencer por algo que no es real. Los niños, en especial, pueden creer todo lo que ven en la TV o lo que les dicen sus amiguitos.
Pensar críticamente sobre un problema significa tener una mente abierta y considerar formas alternativas de buscar soluciones. A medida que los niños crecen y se convierten en preadolescentes y adolescentes, sus habilidades de pensamiento crítico los ayudarán a emitir juicios independientemente de sus padres o de otras personas.
De acuerdo con Marilyn Price-Mitchell, Ph.D., psicóloga del desarrollo, investigadora, miembro del Instituto de Innovación Social de Fielding Graduate University y autora de Tomorrow’s Change Makers, para desarrollar el pensamiento crítico, los niños deben creer que pensar es divertido y querer ser buenos en eso. Los buenos pensadores practican pensar, igual que los buenos deportistas practican baloncesto o fútbol.
Price-Mitchel nos enseña 5 formas para enseñarle a los niños a pensar críticamente:
La Fundación para el Pensamiento Crítico nos da una breve definición: El pensamiento crítico es el arte de analizar y evaluar el pensamiento con miras a mejorarlo. También describe cómo es un buen pensador crítico:
El pensamiento crítico es, en resumen, auto-dirigido, auto-disciplinado, auto-controlado y auto-correctivo. El pensamiento crítico es ese modo de pensar sobre cualquier tema, contenido o problema, en el cual el pensador mejora la calidad de su pensamiento al analizarlo, evaluarlo y reconstruirlo hábilmente.
Aprendiendo a pensar en forma crítica podremos evitar vivir la vida de una manera automatizada, haciendo las cosas sin analizarlas. Podremos tomar las riendas de nuestra propia vida y desarrollar las habilidades y conocimientos que nos propongamos. El pensamiento crítico nos dará muchas oportunidades para hacer nuestras vidas y las de otros más completas, más felices y más productivas. Como siempre, nuestro ejemplo, es lo que nuestros hijos aprenderán y aplicarán en sus propias vidas.
Fuentes:
http://www.criticalthinking.org/pages/critical-thinking-where-to-begin/796
https://www.rootsofaction.com/critical-thinking-ways-to-improve-your-childs-mind-this-summer/